Capítulo 5

5.-Un largo día.

-¡Oh, Amy! Sabes que me encanta esto que me haces, ¿no?
-Sí, lo sé.- Dice riendo.-Me pregunto qué es de mis padres, lo mismo están preocupados por mi. ¿Me podrías llevar un día de estos a casa?
-Por supuesto, mi vida. Mañana a primera hora te llevo, ¿vale?
-Perfecto. Así les pido que me dejen otra lemanita más.
Tenemos mucho sueño, así que nos echamos a dormir.
Las 5 de la mañana. Amy se despierta. La oigo pensar en voz alta. Apenas escucho nada de lo que dice.
-¿Amy?
-Dime.
-¿Qué haces a estas horas despierta?
-Es que me he despertado y no puedo quedarme dormida. Estoy preocupada, por lo de mis padres, ya sabes...
-Oh, no te preocupes. Seguro que están bien, voy a preparar mis armas y vamos, ¿qué te parece?
-¡Genial! Voy a prepararme.

Preparo todos los cargadores de la pistola y me echo uno de los fusiles AK-47 a la moto con tres cargadores adicionales. Aparte de las dos pistolas con silenciador.
Tenemos todo preparado. Amy coge las llaves de su casa mientras yo compruebo la sujeción de la AK47 en la moto.

Salimos de casa, le dejo a mi madre un post-it "He ido a casa de Amy un momento, enseguida volvemos". Por el camino nos encontramos a algún que otro zombie, van muy lentos,  no son ningún peligro. Llegamos a su casa y abre la puerta. En el salón aparece el padre de Amy comiéndole las tripas a su mujer. Amy saca la pistola y le pega un tiro en toda la cabeza. La madre de Amy, se encuentra en el suelo, desmayada, sin apenas tripas, partida por la mitad. Amy se echa a llorar. Enseguida voy a consolarla y le digo que no es seguro estar en esta casa, que salga fuera y me espere en la moto. Justo cuando sale, saco mi pistola y le pego un tiro en la cabeza a su madre, para evitar que se convierta. Leí que había que hacer eso.

Nos vamos a la moto y nos dirigimos a mi casa. El camino se nos hace insufrible, la carretera por la que pasaban miles de coches a diario, ahora esta completamente solitaria.
Llegamos a casa y Amy sube corriendo a mi habitación con la cara tapada y las manos llenas de lágrimas. Voy detrás de ella, a consolarla.
-Amy, cariño, no sufras, yo también he perdido a mi padre y se lo que se siente. Se que te dan ganas de abandonar la partida. Pero aquí estoy yo, para lo que sea, sabes que a mi me tienes siempre. Y no dejare que nada malo te pase.- Me pongo ñoño.
-Oh, gracias, Axel. Eres lo mejor que tengo, mi vida. Gracias por todo. Te quiero.- Me dice mientras me abraza, con lagrimas en la cara.

Nos hemos ido sin desayunar, son las 12 y voy teniendo hambre. Voy a por una lata de atún y un trozo de pan congelado. Meto el pan al horno, mientras abro la lata, cojo un tenedor y vierto el atún en un plato. Me hago el bocadillo. Amy me dijo que no quería nada.

Me voy con Amy a ver qué tal está. Tiene los ojos rojos y sé que lo está pasando verdaderamente mal.
-Amy, ¿como estas?
-No te preocupes, estoy un poco mejor. ¿Pero sabes una cosa? De lo único que me arrepiento es de no haber disfrutado a mis padres cuando los tenía, no he sabido aprovechar el tiempo que he pasado con ellos, y no quiero que eso me pase contigo. Quiero aprovechar hasta el último segundo que pase contigo, disfrutando lo que me quede de vida, porque si algún día te pierdo, entonces sí que me arrepentiré de no haber disfrutado al máximo.
-Oh, nunca me vas a perder. Ven aquí.- Le digo mientras la abrazo.
Estamos un rato acurrucados. -Va siendo hora de comer... -Si quieres comemos ya. -Vale, voy a decirle a mi madre que vaya haciendo la comida.

Para comer tenemos macarrones al horno. A Amy le encantan y va a ser una sorpresa.

Estoy preocupado por mis abuelos. Los quiero mucho y no sé qué será de ellos... Necesito ir hoy a verlos.

Baja Amy de la habitación.
-¿Eso que huelo son macarrones?
-Al parecer si.- Le respondo.
-¿Vamos a comer macarrones? Wiiiii- Responde como una niña pequeña.

Comemos y a continuación les digo que voy a ir a casa de mis abuelos y le pido a Amy que se quede. No sé conducir un coche, pero lo tengo que hacer, tengo que ir... Cojo las llaves, pongo las armas en el asiento del co-piloto y me dirijo hacia la casa de mis abuelos.
Se tarda poco, son las 4 y media de la tarde. En cuestión de cinco minutos estoy ahí, aparco, me bajo del coche, me cuelgo la AK-47, y la llevo pegada a la espalda. Pistola en mano, me adentro en el corral, tenía el presentimiento de que iban a haber zombies, el pequeño corral esta lleno de ellos. Tengo que usar la AK-47 son muchos, y ahora van más deprisa. Oyen los disparos y vienen hacia mi, a un ritmo normal, como si caminaras por la carretera. Me los cargo a todos con tiros a la cabeza, el retroceso del arma me ha hecho un poco de daño en el hombro, a la próxima vez tendré que poner más fuerza. Entro en la casa y lo primero que veo es a mis abuelos con su escopeta en la mano. Muy asustados.
-¡Abuelo! Soy yo, Axel. He venido a por ti, te vienes con nosotros.
-¡Axel! ¡Que alegría! ¿Qué está pasando ahí fuera? Es todo un caos.
-Vamos rápido, han oído mis disparos y no tardaran en venir más de esos. Sin coger nada, salen por la parte del corral y se meten en el coche. Conduzco bien para no haberlo hecho nunca. Por el camino tenemos una larga conversación de la pandemia. Por la carretera veo a caminantes, son las seis y están siendo el doble de rápidos que eran antes. El coche es mucho más seguro que la moto, me gusta más.

Volvemos y los llevo a casa. Son los padres de mi padre, así que les cuento lo ocurrido y se echan las manos a la cabeza. Están tristes, pero a la vez contentos, subo a mi cuarto.
-¡NO! ¿AMY?
Veo a un zombie con el color de pelo castaño, ojos claros, azules, saco mi pistola y le clavo un tiro en la cabeza. Era muy rápida, no se por qué. Pero ahora todos son más rápidos...
-¡Amy! ¿Qué te ha pasado?- Digo tirado en el suelo.
Aparece Amy por la puerta.
-¡Oh! ¡Gracias a Dios!- Le digo mientras voy hacia ella a darle un beso.
-¿Qué pasa?
-Creí que te habías convertido.
-Sí, al islam.- Dice riéndose.- Ahora enserio, dime qué ha pasado.
-Creí que ese zombie eras tu.
Lo mira detenidamente. -Pues, la verdad es que se parece a mi.
-Vamos, tendré que limpiar esto. No me explico cómo ha entrado. Esta tarde me dedicaré a poner maderas grandes en ventanas y puertas.
Eso hago, termino a las 11 y media, y lo unico que tengo ganas es de coger la moto e irme a dar una vuelta. Amy se viene conmigo. Me cargo de armas, como siempre y salgo a la carretera.

Por la interestatal 15, se avecina una oleada de zombies, corren como nunca antes los había visto, ni Usain Bolt.
-¡Axel!¿Has visto eso? ¡Da la vuelta!
Son muchísimos, me quedo paralizado, pienso que voy a morir. De repente, a apenas 20 metros paran en seco. Y me quedo muy sorprendido. Vienen hacia mi, pero muy lentos, son inofensivos. Me parece raro, me miro el reloj y son las 00h. Vaya, me quedo realmente sorprendido, doy la vuelta, y voy a mi casa, pienso por el camino qué ha podido pasar, a Amy no le he dicho nada de la hora, esta mañana cuando salimos apenas andaban, cuando fui a recoger a mis abuelos, iban un poco mas rápidos y ahora corrían como nunca.  Creo que el ciclo de las 24 horas, altera su funcionamiento y se vuelven más salvajes... Tengo que investigar esto. Me quedo muy paralizado pensando...
Llegamos a casa y subimos a mi cuarto. Amy va al aseo, coge las cintas de cuatro albornoces y las trae a la habitación.
-¿Y esto?- Le pregunto sorprendido.
-Quizás quiera que me ates...
-Oh. Me gusta...
Le quito la ropa y voy haciéndole nudos a sus extremidades y atándolo a la cama. Cuando termino de atarle manos y pies. Me quito la ropa y me pongo encima de ella. Le voy dando besos en el pecho y en la barriga hasta que bajo y le hago un cunnilingus. Disfruto mucho haciéndolo y por sus movimientos diría que ella también. Empiezo lentamente y voy subiendo de tono, intento echar el nivel de saliva justo para cada momento y mover mi lengua por todo su clítoris. Ahora subo mas y muevo mi lengua muy rápidamente .. Amy empieza a mover un poco las piernas. Subo más el tono y llego al límite en el que mi lengua no se podría mover más rápido. Noto cómo las piernas le tiemblan y veo que se esta corriendo. Muevo mi lengua un poco fuerte y a velocidad media... Subo dándole pequeños besos y dejando que mi lengua roce su barriga, llego a sus pezones y empiezo a chupar y dar mordisquitos... Subo a su cuello y le doy un pequeño mordisco. Voy a donde esta el ordenador y cojo un cable USB. Empiezo a darle pequeños latigazos con él, y cada vez voy dando un poquito más fuerte... Gime por cada latigazo que le doy, mientras le estoy estimulando el clítoris con la mano que tengo libre. Su piel queda un poco roja, voy dandole besos en las rojeces de su piel. La desato y le beso en los labios.
-Ahora voy a dormir muy agusto, me sienta bien esto que me haces.- Me susurra al oído.
Sin quererlo esbozo una sonrisa.
Nos ponemos el pijama, nos metemos en la cama y nos quedamos dormidos.

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