Capítulo 4

4.- Preparación de armamento.

Las 6 de la mañana, hace una mañana estupenda, los rayos de sol penetran por las rendijas de la persiana. A mi lado tengo a la criatura más hermosa, durmiendo todavía. Me acuerdo de mi padre, esas imágenes que quedarán grabadas en mi mente toda la vida, mi padre queriéndome matar. De repente me echo a llorar como un bebé. Necesito a mi padre, despierto a Amy y se asusta al verme así.
-Axel, ¿qué te pasa?
-Mi padre...- No me salen las palabras.
-Oh, Axel, va, por favor no estés mal- Me dice llevándome la cabeza a su pecho.
Me acaricia la cabeza mientras yo sólo puedo pensar en mi padre...
Me despierto, Amy no está en la cama, me quedé dormido, miro el reloj, son casi las 7. De repente, Amy aparece por la puerta, trae una bandeja con unas tostadas de mermelada de fresa y un zumo de naranjas recién exprimidas, todo tiene pinta de estar exquisito.
Voy a ver a mi madre, no parece muy afectada. En la tele nos convencieron para estar dispuestos a perder a todos los seres queridos, porque iba a pasar. Todo esto es muy raro, la gente pierde a las personas que mas quiere y no se les ve muy tristes... ¿Será que la gente llora a solas? No sé que estará pasando, me pregunto si la gente se está volviendo loca.
Quiero salir, darme una vuelta, e ir a la armería que está a unos dos kilómetros de aquí  Llevo todos mis ahorros, 3000€, quiero hartarme de munición y armas.
-Amy. ¿Te vienes? Quiero comprar unas cosas que me hacen falta.
-No te voy a dejar que vayas sólo hacia ninguna parte.
Me preparo un macuto para las armas, las llaves de la moto y los dos cascos. Le digo a mi madre que me voy y me dice que lleve cuidado y que no tarde en volver.
Apenas le queda gasolina a la moto, debería haber pasado antes por la gasolinera, me dispongo a ir a la más cercana. Entro y esta todo desierto, no hay nadie, debería estar abierta. Hay un cartel que dice "Echa gasolina y huye, esto se está poniendo feo". Le hago caso al cartel. Lleno el depósito al máximo. De repente una pareja de zombies aparecen, ¡GENIAL!, la verdad es que tengo mucho miedo, pero no voy a permitir que ese trozo de carne podrida y huesos, se arrimen a Amy, me vendría bien una pistola pequeñita, para este tipo de casos...
Cojo la hoz que va en la moto, Amy no tiene miedo a nada, o eso parece... Ella está en la moto vigilando a las espaldas por si acaso... Sé cómo cortarle el cuello a un zombie, lo hice sin querer con mi padre, me preparo y ¡ZAS! a la primera le rebano el cuello, me armo de valor y voy hacia el segundo, intento hacer lo mismo pero no le termino de cortar el cuello, esta vez se le queda colgando, es un asco, pero ha muerto.

Me monto en la moto y me dirijo a la armería.
Estoy en la puerta, no se ve a nadie y debería estar abierta la tienda. Rompo el cristal, necesito armas. En la estantería hay expuestas unas armas, pero no me gustan, entro al almacén a ver si hay mejores. ¡JODER! Otro puñetero zombie, me pregunto qué coño hace aquí dentro. No tengo nada con lo que matarle... ¿Qué hago? Mis piernas salen corriendo hacia afuera, cojo la hoz y el macuto sin decirle nada a Amy y entro, me dirijo al zombie, y le penetro la hoz en el cráneo. Cojo todas las armas que puedo, fusiles de asalto M4, AK-47, cargadores de ambas armas, miras ACOG de 4 aumentos... También me cojo un par de "HK USP STANDARD" de 9mm, una pistola bastante buena y que servirá muy bien para esto. Voy a la zona de munición y sin pensar en nada, arrastro con mi brazo toda la estantería, cae todo al macuto. 
Esta lleno, prácticamente no queda nada, salgo de ahi disparado y entro en la moto, voy a mi casa. Cuando entro en la casa, voy directamente a mi habitación macuto en mano, en la cama hago recuento de todo lo que cogí. Hay 7 fusiles AK-47, 5 carabinas M4 y dos pistolas HK USP STANDARD de 9mm. Cuento cada una de las balas. En total tengo 580 balas. 390 balas de 7.62mm para la AK-47, 100 balas de 5.56mm para la M4 y el resto para la pistola de 9mm. 
Tengo 70 cargadores para la AK, 25 para la M4 y 10 cargadores para las pistolas. 
He pensado en darle una pistola a Amy para que ella también vaya protegida. 
Cargo todos los cargadores posibles con las balas. Le doy la HK USP STANDARD a Amy con un cargador ya puesto y otro cargador adicional. Son 14 balas por cargador. Por suerte las pistolas llevan silenciador consigo, pues se lo pongo y le recuerdo a Amy que nunca se lo quite. Me dice que ella nunca ha disparado un arma y no tiene práctica. Yo sí se y le podría enseñar,  se lo propongo y acepta.Tengo mucha hambre, es casi la hora de comer. Mi madre me preparará tortilla. Nos sentamos en la mesa y hay un silencio enorme. No tengo ganas de nada. Sólo de dormir la siesta un poco y olvidarme de todo lo que está pasando ahí fuera. 

Terminamos de comer y nos subimos Amy y yo a mi habitación. Nos tapamos con las mantas y ella se sube encima de mi, nos besamos apasionadamente sin mediar palabra mientras nos quitamos la ropa mutuamente, abro el cajón y saco un preservativo, me lo pongo y nos ponemos a hacer el amor. No pienso en nada de lo que hay ahí fuera, solo me concentro en lo que estoy haciendo. Siento como se va deslizando mi pene dentro de ella, es una sensación muy buena y me encanta como voy metiendo y sacando y metiendo y sacando... Pasan como diez minutos de penetración junto con un manoseo de pecho y palmadas en el trasero. Ella empieza a tocarse el clítoris. Una explosión de gusto me va a dar. Lo veo venir, me voy a correr. -¡Oh, Amy!- Gimo. Empiezo a correrme, ella lo sabe y disminuye el ritmo. Se corre al mismo tiempo que yo. Terminamos, me saco el condón, le hago un nudo y lo tiro a la papelera que hay en mi habitación .. Espero que mi madre no nos haya oído... 
Nos ponemos el pijama y nos acostamos a dormir la siesta. Ahora mismo estoy muy relajado... No hay nada mejor que un buen polvo cuando se necesita. Esto me ha hecho olvidarme de todo y pensar sólo en Amy.
Son las 4 y media de la tarde. Nos dormimos abrazados, como siempre, acurrucados.
Me despierto notando algo en mi pene, esta erecto, unos labios lo envuelven. Oh, es Amy... Dios, que bien lo hace. No hay nada mejor que despertarse con esto... -¡Oh!- Gimo. Esta camuflada entre las mantas... Eso me pone mucho. Dios, siento todo lo que hace, siento cómo se desliza con su lengua por la punta mientras sube y baja... -¡Oh, Amy, sigue!- Gimo otra vez... ¡Dios! Esto es lo mejor, creo que me voy a correr... ¡Oh!¡Oh!¡Oh! ¡Joder! Que gusto, ahora sí. Me voy a correr, ella siente cómo me voy a correr. Me corro en su boca. Sube deslizándose por las mantas y me enseña la corrida abriendo su boca. La cierra, se lo traga y la vuelve a abrir.

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